Huawei llegó a la IFA 2014 enseñando músculo. La compañía nos enseñaba tres teléfonos, ahora sí, con una fuerte apuesta por los materiales y el diseño. Entre ellos el que venía con más novedades es el Ascend Mate 7, la evolución final de su concepto más phablet.
Las seis pulgadas de pantalla, esta vez sin decimales, se visten de metal y montan una buena dosis de tecnología propia de la marca, que va desde su procesador hasta las antenas. Además, se suma al selecto grupo teléfonos con sensor de huellas integrado.
Huawei está en el podio como tercer fabricante de móviles a nivel mundial. Es probable que sean otros como el Ascend G7 quienes ayuden a mantener ese puesto por relación calidad/precio (más alta gracias a este último), pero el Mate 7 llega a ocupar el hueco de la gama alta en ese cada vez menos nicho que ocupan los teléfonos de gran tamaño.
El Ascend Mate 7 llega confirmación de que la línea, estrenada a comienzos de 2013, tiene su acogida. Hasta ahora no se había atrevido a dar el salto desde una gama media de grandes dimensiones a un dispositivo tope de gama.
Quizás por esto Huawei rompe la línea de nombres, llamando a la tercera edición Mate 7. El número no corresponde sus pulgadas (que son seis), sino más bien a una serie de 'objetivos' del teléfono: Live Large, Chic, Smart, Power+, Instant, Simple y Me.
Huawei Ascend Mate 7 en especificaciones
Antes de comenzar a meternos en faena con el análisis del nuevo Mate 7, repasemos sus principales características técnicas en una tabla:
Huawei Ascend Mate 7, especificaciones | |
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Dimensiones físicas | 157 x 81 milímetros 7,9 milímetros de grosor 185 gramos |
Pantalla | Japan Display IPS-NEO de 6 pulgadas |
Resolución | Full HD 1.920 x 1.080, 368 ppp |
Procesador | HiSilicon Kirin 925 Hi3630, 28nm Octa Core 4xA15 1.8GHz, 4xA7 1.3GHz |
Procesador gráfico | Mali T624MP4 @600MHz |
RAM | 2/3 GB |
Memoria | 16/32 GB |
Versión | Android 4.4.2 (Kitkat) |
Conectividad | WiFi 802.11a/b/g/n/ac, Bluetooth 4.1 LTE Cat.6 |
Puertos de expansión | MicroUSB 2.0, microSD (128GB) |
Cámara Trasera | 13 Megapíxels con Flash Led f/2.0, 28mm Total Focus, Estabilización por software, HDR |
Cámara Delantera | 5 MP con 5 lentes |
Batería | 4.100 mAh, 15.78 Whr |
Acceso a Google Play | Sí, de serie |
Otros | Sensor de huellas dactilares, 360 grados Led de notificaciones multicolor Radio FM |
Precio de referencia | 2/16GB, blanco y negro, 499 euros 3/32 GB, dorado, 599 euros (por confirmar en Europa) |
Análisis en vídeo del Ascend Mate 7
Si tienes especial interés en ver en vivo cómo es este Huawei Ascend Mate 7, puedes comenzar nuestro análisis con un completo paseo en vídeo:
Diseño
Es con el Mate 7 con el que Huawei sube el listón en términos de rendimiento, y también de diseño. Este tercer Ascend Mate opta por un diseño basado en el aluminio, al menos en su parte trasera y laterales, como es cada vez más habitual entre las marcas.
Huawei resuelve de forma bastante elegante el tema de antenaje de su Mate 7. Como sabréis, suele haber problemas de señal con los cuerpos de metal, y es por esto que vemos bandas plásticas en los dispositivos metálicos. El efecto, denominado jaula de Faraday, resulta entonces aquí en dos bandas plásticas en la parte superior e inferior del teléfono. Esto puede ser bueno, viendo que abarcan las cuatro esquinas, como protección del teléfono.
El teléfono es bastante grande, algo más que un Note 4, aunque algo más fino con sus 7.9 milímetros de grosor. Se trata de unos milímetros, aunque suficiente para notarlo; y unos gramos de más, hasta 185, que acaban pesando. Huawei se medía con este en la presentación del terminal, afirmando que el 83% de su frontal es pantalla (frente al 80% del Samsung). La pega aquí es que el terminal coreano, además de tener una pantalla más pequeña, los botones están fuera de ésta y no en la interfaz, por lo que la superficie sable es finalmente similar.
La trasera está ligeramente curvada, de forma que esos 7.9 milímetros convergen en los tan solo 3.3 milímetros de la parte más fina del marco de aluminio. Esto hace que el teléfono sea más cómodo en mano, además de sólido (nada cruje, nada se mueve), aunque en ocasiones da la sensación de ser un borde demasiado ‘cortante’. Cubriendo este marco tenemos un segundo borde, siguiendo al bisel y esta vez en plástico, que une el diseño con la pantalla. Éste cambia de color con el diseño, según sea blanco, negro o dorado, y no gusta mucho.
El teléfono me parece muy bonito, y esa parece ser la primera impresión de quien lo coge. Huawei relega toda la personalidad del mismo a la parte trasera, que es diferencial también por su sensor de huellas dactilares, cámara al centro. En la parte delantera tenemos, en cambio, un frontal demasiado monótono a excepción del modelo dorado.
En disposición de elementos los teléfonos tan grandes son delicados. En este Mate vemos botón de bloqueo a la derecha, cómodo de pulsar, aunque no tanto los botones de volumen, justo arriba de éste. De hecho, si alcanzamos el sensor de huellas dactilares, tendremos la mano desplazada ligeramente hacia la parte inferior del terminal, lo que nos obliga a recolocar el teléfono en mano para llegar al botón de volumen.
Quizás reduciríamos este inconveniente acercando el sensor a la cámara, con el consecuente peligro de manchas. Como veremos también luego, quienes están mal puestos son los botones de volumen.
A la izquierda lo que nos encontramos son las bandejas para las tarjetas; una para micro SIM, otra para tarjetas microSD. Si bien en la presentación se comentaba que el hueco de microSD podría ser también utilizado como una bandeja nanoSIM, nosotros no hemos encontrado la forma de introducir esa segunda SIM. Huawei nos confirma que dicha opción sólo se incluirá en una versión gold que no se distribuirá en Europa por la compatibilidad con las bandas LTE.
Por último, el altavoz lo encontramos en la parte de atrás a la derecha, ligeramente desplazado a un lateral, por lo que deja escapar el sonido e incluso lo refleja bastante bien contra nuestra mano.
En la caja nos encontramos el teléfono, su adaptador de corriente de 2 Amperios, cable USB 2.0 a microUSB y unos auriculares con micrófono bastante básicos. Además de instrucciones y la herramienta para sacar las bandejas SIM.
Pantalla
La pantalla es uno de los grandes protagonistas de este dispositivo. Con sus seis pulgadas, abarca prácticamente todo el frontal. Desde Huawei medían aproximadamente un 11% más de superficie para esta pantalla que otra de 5.7 pulgadas de diagonal. El punto de la marca aquí es que se trata del smartphone de pantalla grande más compacto de todos y razón no les falta si lo comparamos frente a otros del entorno de las seis pulgadas.
Fabricada por Japan Display, en tecnología IPS-NEO, afirman un contraste de 1500:1 y hasta un 15% de reducción en el consumo energético respecto a paneles anteriores. Huawei se queda en el Full HD (1.920 x 1.080), una resolución que arroja 368 puntos por pulgada (es muy difícil ver los pixeles), y se mantiene de momento ajena al Quad HD que ya empezamos a ver en torno a los gamas altas de algunos grandes.
La apuesta aquí va se queda en la autonomía y el rendimiento en tareas más demandantes como la renderización web (que es precisamente donde más se puede agradecer esa resolución extra) o en el desempeño de juegos, donde entraremos más adelante. De hecho, cuesta encontrar contenido en esas resoluciones tan altas (recientemente Youtube añadió la opción de visionado a 1.440p).
Lo cierto es que la pantalla nos recuerda mucho a la que vimos en el Nexus 5, con unos colores y visión muy agradables, aunque también con algunas de sus carencias. Tenemos desde ajustes la opción de elegir la temperatura de color al gusto, virando hacia tonos más cálidos o más fríos.
Si bien los ángulos de visión sí son buenos en cuanto a fidelidad del color, perdemos algo más de brillo que en las Amoled. Además, con cada grado de inclinación los colores oscuros van ganando luminosidad, especialmente si lo miramos en diagonal.
Sin destacar especialmente sobre el resto, la visibilidad en exteriores está en la media. También vemos se observa el patrón táctil bajo fuentes de luz muy duras, como focos, en forma de líneas horizontales. Lo cual no es para nada un problema, pues es incluso difícil verlas.
Por último tenemos una buena protección cubriendo la pantalla, firmada por Corning. Se trata Gorilla Glass 3, por lo que tenemos lo último en resistencia a golpes y arañazos. En nuestro caso, ni un solo desperfecto durante las primeras semanas de uso, incluso cuando a veces el móvil cae en el bolsillo con otros objetos como monedas o llaves (y algún desliz en casa desde pequeñas alturas).
Rendimiento y Autonomía
Es raro ver un gama alta que no cuente con una solución de Qualcomm. Este lo es, y Huawei ha introducido su propio procesador HiSilicon Kirin 925 en él. Se trata de un Octa Core big.Little con dos grupos de núcleos Cortex-7/A15 en 28 nanómetros, con máximos de frecuencia en 1.8 y 1.3 GHz respectivamente.
Gran parte de los focos están en este elemento, y no es para menos, pues Huawei ha puesto las expectativas muy altas con él. Le acompaña una GPU Mali-T628, si bien hemos detectado una Mali-T624 con las aplicaciones habituales de testeo (CPU-Z, Antutu, GFXBench), esto no es del todo preocupante cuando ambos modelos son de cuatro núcleos, pues son equivalentes. Huawei nos confirma que se trata de una Mali-T628 MP4.
La unidad que hemos probado nosotros es la negra, que al igual que la blanca, tienen únicamente opción en 2 GB de RAM y 16 GB de almacenamiento interno de base. Es en la versión dorada donde vemos (también como única opción) la configuración en 3 / 32 GB, que se traduce también en 100 euros más sobre el precio final.
Por tanto, al igual que ocurre con el LG G3, la versión más gama alta viene con todos los gigas que pudieramos desear. A pesar de contar con slot para microSD (de hasta 128 GB), 16 GB de base se nos antojan pocos, más cuando de serie encontramos libres tan solo 11.5.
Si bien 2 GB de RAM son suficientes ahora mismo, el sistema se reserva la mitad aproximadamente, por lo que si limpiamos la memoria nos quedamos con casi 1GB. El sistema además rara vez sobrepasa los 500 MB de memoria libres, por lo que va eliminando procesos para tener siempre al menos esa cantidad disponible, que suele elevarse hasta los 0.8GB. Consecuencia de esto es que es normal que las aplicaciones más grandes como los juegos, no estén disponibles instantáneamente, e incluso otras menores cuando hacemos uso de éstos.
De forma similar, sí podríamos decir que es habitual encontrarse con un cierto retraso al abrir el apartado de multitarea, teniendo que esperar unos instantes hasta que se cargan las aplicaciones recientes. Si bien esto se podría solucionar vía software, no deja de ser molesto y ese tercer giga podría venir genial.
En general el rendimiento del teléfono es muy bueno, las transiciones son continuas y no hay tirones. Incluso probando los juegos más demandantes como Modern Combat 5 no hay problema, no hay más que mirar el rendimiento excelente de los benchmarks. A la altura de los últimos modelos Snapdragon, aunque sí que se calienta sensiblemente cuando lo exprimimos de forma sostenida. Sí notamos, en cambio, un cierto retraso en la respuesta del panel táctil, que nos hace sentir que el teléfono va algo más despacio que otros gamas alta.
La unidad que hemos podido probar nosotros viene marcada como ‘Engineering Sample’ en su parte metálica, por lo que quizás podría haber algún tipo de cambio en la versión final del dispositivo. | |
Huawei Ascend Mate 7, rendimiento | |
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AnTuTu v5.1 | 42.892 puntos |
Quadrant | 12.262 puntos |
3DMark | Ice Storm v1.2: sobrepasado IS Extreme v1.2: 9.096 Unlimited v1.2: 13.814 |
Epic Citadel @1.200x720p | High Performance: 59.5 FPS High Quality: 58.3 FPS Ultra HQ: 38.8 |
GeekBench | Single Core: 895 Multi Core: 3.252 |
Vellamo | HTML5: 2.771 Metal: 796 Multicore: 1.354 |
Poniendo los datos que arroja Antutu frente a un Galaxy Note 3 (Snapdragon 800@2.3GHz, 3GB RAM y Full HD) y simplemente a modo de referencia (la puntuación es parecida, 41.980 puntos), vemos una puntuación en la memoria RAM (operaciones, velocidad) sube en el Mate 7 en torno al 60%. También sube en operaciones multi-hilo (enteros, punto flotante) en torno a un 45%, debido a sus ocho núcleos. No así en las puntuaciones con un solo núcleo, donde baja en torno a un 15%. Los gráficos 2D se mantienen iguales respecto a esa Adreno 330 a 450 MHz del Note, mientras que en 3D el rendimiento cae en torno al 20%. Por último vemos una caída en la puntuación de I/O, que cae en el Mate un 30% en almacenamiento respecto al teléfono de Samsung. Por supuesto, se trata de una simple referencia respecto a un hardware conocido.
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En el chipset se incluye también el chip de control de movimiento i3, que registra en todo momento información de los sensores de movimiento (giroscopio, brújula, acelerómetro y sensor de proximidad), haciendo más eficiente la recopilación de estos datos.
Uno de los fuertes de Huawei es el apartado de redes. Huawei afirma uno de los soportes a redes 4G más grande del mundo, afirmando funcionar en más de 200 operadoras a lo largo de más de 100 países (aunque el dual SIM no llegue a Europa por compatibilidad con ciertas bandas). Lo cierto es que nosotros no hemos tenido ningún problema con la conexión LTE. De hecho, soporta Cat. 6 (hasta 300Mbps) del que todavía no sacan provecho nuestras redes, por lo que estamos aquí preparados para el futuro.
Huawei resuelve el NFC de una forma bastante curiosa. Si bien tenemos el mismo problema de jaula que con las antenas, el Mate 7 tiene su chip rodeando el hueco de la cámara, por lo que aprovecha el agujero de ésta para ‘escapar’ del teléfono. Así, además, lo tenemos perfectamente localizado, aunque a veces da la sensación de estar castigando la lente.
Huawei cuenta con tres modos de energía en este Mate 7, como es habitual en sus dispositivos. Modo Normal, que nos permite utilizar el máximo potencial del teléfono en todo momento; modo Inteligente, que estira su autonomía en torno al 10% estableciendo un control sobre CPU y redes más intenso y restrictivo (notamos como el procesador puede tardar algo más de lo normal en reaccionar según que demandemos); y modo Ultra, que restringe las funciones de nuestro teléfono a las de un feature phone , o teléfono ‘tonto’, permitiendo utilizar llamadas, mensajes o contactos, y que es capaz de triplicar la autonomía restante. El modo inteligente es el que viene activado por defecto, y es el propio sistema el que nos sugiere pasar al modo Ultra cuando nos queda poca batería.
El Mate 7 lleva en su interior una gigantesca batería de 4.100 mAh. Esto nos promete, según la propia Huawei, hasta 2.3 días de autonomía según usos. Y lo cierto es que si no lo usamos demasiado podemos llegar desde la mañana de un día a la noche del siguiente. En un uso realmente intensivo, resulta muy difícil que a final del día no tengamos batería (no nos ha pasado). Baja muy despacio, pero también tarda en cargarse si no tenemos el cargador adecuado.
Además Huawei ha pensado en esto, nos avisa cuando una aplicación está consumiendo demasiados recursos por si queremos cerrarla, cuando instalamos una aplicación y envía notificaciones push, podemos seleccionar las aplicaciones que se pueden ejecutar en segundo plano fácilmente, o cortar la transferencia de wifi/datos una a una.
El altavoz del teléfono viene en la parte trasera, como adelantábamos al comienzo. La parte positiva de esto es que suelen ser de mayor tamaño que los que van al marco. Se escucha muy fuerte y claro, con menos graves que el Boomsound que HTC, pero mucho más definido que la media. Empezamos a escuchar una ligera distorsión cuando subimos el volumen al máximo.
Sensor de huellas
Llegamos al sensor de huellas dactilares del Mate 7, uno de los elementos más interesantes. Se trata de un sensor de 360 grados, desde el que podemos acceder al teléfono desde bloqueo con tan solo tocarlo. No hace falta pulsar ningún otro botón ni deslizar, ponemos el dedo encima y… voilà!
El sensor aparece centrado en la parte trasera, bastante alejado de la cámara para no correr el riesgo de ensuciarla. Eso sí, quizás algo más bajo de la posición óptima si queremos mantener la mano al alcance de los botones físicos del lateral.
Lo cierto es que funciona considerablemente bien. No son muchas las veces que falla sobre el total, de hecho hemos llegado a hacer pruebas de unos 20 desbloqueos seguidos sin fallar. Pero suele ser cuando cogemos el teléfono cuando queremos desbloquearlo, y alguna vez no lee correctamente la huella si no hemos pulsado en el punto exacto. En caso de leerla y no identificarla, vibra, hasta un máximo de 5 intentos, donde tendremos que introducir la contraseña. Funciona con los dedos húmedos (con una mayor tasa de intentos fallidos, eso sí), perfecto para aquellos a los que les transpiran las manos.
Un par de decisiones de diseño vienen con un par pegas: el sensor está ligeramente hundido, y en la parte de atrás. Que esté hundido es más cómodo (se encuentra fácil y el dedo va a su sitio), pero llegamos a pensar que acumula suciedad con relativa facilidad, resultando en cadenas de intentos fallidos que hacen que desbloqueemos finalmente introduciendo la contraseña. La segunda es que, estando en la parte de atrás, no podemos desbloquear nuestro phablet estando apoyado en la mesa, por lo que habrá que levantarlo o introducir la contraseña. Y este tipo de teléfonos es de estar muy en la mesa.
Podemos registrar hasta un máximo de 5 huellas dactilares. Y se espera un modo de invitados, que no hemos visto, que de acceso a las aplicaciones que nosotros queramos. Lo que sería útil y fácil de implementar es la capacidad desbloquear directamente en aplicaciones concretas dependiendo del dedo con el que pulsemos.
Puesto que suele ser incómodo, más en teléfonos grandes, realizar fotos con una sola mano, Huawei nos da la posibilidad de utilizar el sensor de huellas como disparador de la cámara. Esta vez sin filtro de seguridad, puede activarlo cualquiera, es realmente útil en muchas situaciones (sobre todo, en fotos verticales).
Ahora, la pregunta del millón: ¿es realmente útil? Yo diría que sí, nos permite tener el teléfono bloqueado con contraseña y acceder rápidamente a él. Me acostumbré rápido a usarlo y llega el acto reflejo de desbloquearlo de igual forma con cualquier otro móvil que pasa por mis manos.
Cámara
En la cámara tenemos un sensor de cuarta generación firmado por Sony, de 13 megapíxels. Óptica f/2.0, focal de 28mm e ISO máximo 800, le acompaña un flash Led único y monocromático, de un tono algo amarillento que da a las capturas nocturnas un tono demasiado pálido.
La aplicación de cámara nos gusta, es sencilla y funcional , aunque deja en un segundo plano cualquier tipo de ajuste manual que queramos realizar sobre la captura. Eso sí, tiene algunas opciones muy interesantes. Por ejemplo, podemos manejar el enfoque (regulando profundidad) con el botón de volumen o disparar directamente con el teléfono bloqueado, haciendo doble click en bajar volumen.
En la interfaz de la cámara encontramos el disparador, a un lado la galería y en el otro los filtros tipo ‘Lomo’, arriba a la izquierda el flash, al centro cambio de cámara frontal/trasera, y a la derecha el botón de modos. En él encontramos los distintos modos tipo HDR, belleza (reduce la nitidez, parámetro ajustable), o modo ráfaga (seleccionamos fotos las mejores de un total de diez) entre otros, además del resto de ajustes más técnicos. Ajustes a los que se accede desde una lista, y encontramos los más habituales (ISO, balance de blancos, exposición) al final.
Entrando en materia, nos encontramos con una cámara que se queda a las puertas de competir con en la liga de los tope de gama de este año, con un enfoque que no está entre los más rápidos. Si pulsamos en el sensor de huellas, que enfoca y dispara, nos encontramos esperando entre uno y dos segundos para nuevos focos, contando el disparo.
El modo HDR no está demasiado afinado, si bien es cierto que no encontramos elementos montados en las capturas.
La activación automática del modo HDR puede salvarnos alguna foto en una cámara con un rango dinámico no demasiado alto. Si no nos convence, siempre tenemos la original.
Una característica que sí nos ha gustado bastante es la de poder ajustar la luz según donde toquemos en la escena. De esta forma podemos rescatar también el típico atardecer espectacular que se nos quema.
En cuanto a las panorámicas, podemos tomarlas tanto en horizontal como en vertical, con una resolución máxima de unos 42 megapixels, por lo que el detalle general es bastante bueno, aunque en condiciones de poca luz le cueste encajar las tomas.
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El Mate 7 cuenta con un enfoque cercano muy próximo, ideal para la fotografía macro. Combinado con la profundidad ajustable con la tecla de volumen, los resultados son muy buenos para captar detalles (en la imagen, la marca en los auriculares). El teléfono además mejora la exposición, pidiéndonos que no movamos en dispositivo un momento, cuando detecta que la escena puede salir movida. Relacionado con esto, este Ascend Mate cuenta con un par de aplicaciones interesantes: lupa y espejo. La primera de ellas pone el zoom (digital) al máximo y fija el enfoque al mínimo de distancia, permitiéndonos ver realmente de cerca. La segunda activa la cámara delantera para vernos.
Desde la galería tenemos también la posibilidad de editar las imágenes, con ajustes básicos como recortes o filtros, y también podemos tocar algunos parámetros a lo Snapseed. Es muy intuitivo y tiene tres modos por calidad: óptima (más lenta), buena (por defecto) y normal (rápida). Desde ella podemos acceder a la cámara, deslizándola hacia abajo. Desde la cámara podemos hacer el inverso, acceder a galería deslizando hacia arriba. Pero también está el punto intermedio: dejar aparecer la cámara a medias, que directamente dispara fotos con recorte 1:1.
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En la grabación de vídeo, tenemos opciones interesantes como la estabilización por software del vídeo, que recorta ligeramente la escena a modo de márgenes. Mientras grabamos vamos viendo la escena ya estabilizada, que mejora nuestros movimientos del teléfono a otros más continuos y suaves. También dispone de una función de seguimiento de objetos, que nos deja enfocar un sujeto y lo sigue bajo movimientos no muy bruscos o donde la cámara tenga tiempo a seguir el enfoque. Por último tenemos el modo de grabación de vídeo en HDR. Eso sí, nada de 4K.
Software
Emotion User Interface llega a su versión 3.0, y se presenta en este Ascend Mate 7. EMUI 3.0 llega con grandes modificaciones sobre versiones anteriores y un gran look & feel que se pasa de cerca por el trabajo realizado por los chicos detrás MIUI en su sexta versión.
Toda la interfaz es muy clara, con predominio del blanco por doquier, con miniaturas siempre lo más sencillas posibles. En EMUI 3 tenemos un doble panel de notificaciones, en una columna nos presenta un histórico (hora de la notificación incluida) y en la derecha tenemos una buena batería de ajustes rápidos.
Ésta llega sobre Android 4.4.2 (Kitkat), por lo que está prácticamente a la última en el apatado de software. Con Android L a la vuelta de la esquina, el Mate 7 coge prestados algunos elementos como la nueva botonera de acción o parte de sus estándares de diseño.
Lo cierto es que la interfaz de Huawei se completa con todas las aplicaciones básicas diseñadas por el fabricante, desde la calculadora o el reloj a otras como el gestor de archivos, galerías o la aplicación de teléfono.
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Huawei nos permite filtrar por usos las distintas aplicaciones en términos de batería o uso de redes. Podemos filtrar fácilmente cuales son las aplicaciones que se pueden conectar a la red WiFi o 3G, o las que se pueden ejecutar cuando el terminal está bloqueado.
Incluye otros ajustes algo ligeros pero que también pueden ser de utilidad. Entre estos, podemos modificar ligeramente la barra de acción (donde están los botones de inicio, atrás y multitarea), invirtiendo la posición de los botones (atrás a la derecha) o compactándolos a un lado para que sean más fácilente accesible con una mano.
Huawei incorpora además su propia tienda de temas, donde podemos modificar el aspecto de los escritorios, incluyendo algunos widgets e incluso aplicaciones básicas como la de teléfono. La intención es que temas sean enviados por aficionados, aunque ya hay bastantes temas muy variados. La mayor pega en el diseño está sin duda en los temas de iconos de los distintos temas, que no consiguen adaptar los iconos que se salgan de los más básicos adecuadamente.
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Puesto que el Kirin 925 está optimizado para unas 100 aplicaciones, que Huawei considera las más utilizadas por los usuarios (esperamos que haya muchas utilizadas mayoritariamente en China entre éstas). Entre estas se encuentran los clientes oficiales de Facebook y Twitter, que vienen preinstalados y lo más que podemos hacer con ellas con permisos estándar es deshabilitarlas desde el gestor de aplicaciones en caso de no quererlas.
El Mate 7 viene además con alguna aplicación de terceros integrada de fábrica. Llega con BitCasa y 50 GB de espacio en la nube durante un año; la suite ofimática Polaris Office 4.0; el kiosko Zinio; el servicio de atención al cliente de Huawei (HiCare) o el Huawei Hub, con acceso a aplicaciones gratuitas en Google Play diariamente. Además tiene unos cuantos juegos de Gameloft preinstalados, donde entra Asphalt 8 o Real Football 2015.
Accesorios: un vistazo a los auriculares con cancelación de ruido
Huawei tiene como accesorio, venta a parte, unos auriculares con cancelación de ruido. Éstos llevan una batería incorporada, que se carga con tan solo conectarla al teléfono, y aguanta hasta dos horas con otros dispositivos. Si queremos utilizarlos de forma completamente ajena al Mate 7, podemos cargarlos con un pequeño cable USB a Jack de 3.5 que viene con ellos.
En la presentación los ponían frente a unos BOSE QC20i, valorados en 299 euros, en cuanto a la cancelación de ruido (activa y pasiva). Si bien todavía no se ha desvelado el precio de éstos, seguramente sean bastante más accesibles.
La calidad de los auriculares es muy buena, y se agradece completamente esa reducción de ruido, que nos permite tener la música más baja en ambientes ruidosos. Son también muy cómodos, y bonitos, y llevan también un botón con el que podemos controlar la música (un toque, play/pausa; dos toques, pista siguiente; tres toques, pista anterior) y la cámara de fotos (disparar o grabar vídeo).
Huawei Ascend Mate 7, la opinión de Xataka
Si lo que buscas es un teléfono con una gran pantalla sin tener que sacrificar demasiado el apartado estético y la manejabilidad, el Mate 7 es sin duda una opción. Su genial batería y su gran rendimiento pueden quitarte una preocupación en día a día, incluso si pasas más horas fuera que en casa.
Huawei da el paso con unos buenos acabados, eligiendo el aluminio en distintos colores, que hace a este teléfono lucir genial en todas sus variantes, ajustándose bien a la mano y con añadidos geniales como el sensor de huellas, su capa de software o accesorios de calidad como los auriculares con cancelación activa de ruido.
En cambio, este teléfono no saca el máximo partido de su cámara, como sí hacen algunos de sus competidores a estas alturas; fotos rápidas, flash doble tono, estabilizador óptico, resistencia al agua o vídeo 4K son algunas de las funciones que premian a estas alturas.
8.3
A favor
- Gran pantalla en diseño muy compacto
- El sensor de huellas dactilares es práctico
- Enorme autonomía
- Buen trabajo con el software, aunque toca pulirlo
- Ampliación por microSD
En contra
- La cámara no está a la altura de la competencia
- Modelo Dual SIM no llega a Europa
- La pantalla sufre con los ángulos, ligero retraso al pulsar
- Sin resistencia al agua
En este artículo ha colaborado Pedro Santamaría y Marta Smilg con la realización del vídeo.
El teléfono ha sido cedido para las pruebas por Huawei. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
En Xataka:
-
La noticia Huawei Ascend Mate 7, análisis fue publicada originalmente en Xataka por David Ortiz.
Agradecemos a David Ortiz
Fuente: http://bit.ly/1a8SV6e
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