Todos los fans vieron el esperado trailer de Star Wars: The Force Awakens, pero lo que sorprendió más del adelanto no fueron las explosiones, sables de luz o el lado oscuro, sino el viaje a la nostalgia con la aparición de Harrison Ford como “Han Solo” y Carrie Fisher quien interpreta a la "Princesa Leia", al natural, con su pelo canoso y arrugas en el rostro.
Esto no debería ser sorpresa en la vida real; han transcurrido más de 30 años desde el estreno de esta película, pero estamos hablando de Hollywood, una tierra donde es casi un delito engordar y envejecer al ritmo natural que indica la naturaleza.
Carrie Fisher, que cumple hoy 59 años, ha sido durante años una cronista brutalmente honesta con la industria hollywoodense y con sus propias lucha, como su adicción a las drogas y alcohol, trastorno bipolar que la tuvo hospitalizada hace apenas dos años, el sobrepeso y, en la actualidad, los signos del envejecimiento.
Pero Carrie se lo toma con humor. De hecho, bromeó de su situación cuando se supo que iba a ser parte de la última entrega de Star Wars:
Me gusta que Disney me haya contratado porque antes no me querían. Y me gusta que vayan a hacer una nueva película porque eso significa que me enviarán un entrenador a casa y que me pondré en forma. Así que estoy aprovechando para comer un montón de dulces para que cuando llegue el momento de perder peso, me haya comido todos los dulces posibles".
Pero más allá de las bromas, ¿por qué esta "ley antienvejecimiento" es especialmente estricta con las mujeres del cine? En la actualidad, actores como Robert Downey Jr., Robert de Niro o George Clooney, todos con más de 40 años, son los actores más solicitados y los mejores pagados.
¿Qué pasa con las actrices? Salvo Meryl Streep o Sally Field, las mujeres están en clara desventaja y han hecho notar esta situación en los medios de comunicación.
En septiembre pasado, la actriz Anne Hathaway reconoció que su carrera ha sufrido drásticos cambios. A sus 33 años y ganadora de un Oscar, Hathaway señaló a la revista Glamour UK que ha perdido roles que se han adjudicado actrices de 20:
No me puedo quejar porque yo me he beneficiado de esto. Cuando estaba en mis 20, había papeles para mujeres de 50 años y yo los obtenía. Ahora que estoy en mis 30, a veces me pregunto ¿Cómo hizo esa chica de 24 para obtener ese rol? Luego caigo en cuenta que yo fui esa joven alguna vez, no puedo estar enojada por eso, así son las cosas.
La actriz nominada dos veces al Oscar, Maggie Gyllenhaal, también afirmó al medio Wrap que perdió uno de sus personajes por ser “muy vieja” para el rol, y eso que la actriz sólo tiene 37 años:
Hay algunos aspectos realmente decepcionantes sobre el hecho de ser una actriz en Hollywood. Tengo 37 años y recientemente me dijeron que era muy mayor para interpretar a la amante de un hombre de 55 años. Me dejó completamente sorprendida. Primero me sentí mal, después me enfadé y finalmente me eché a reír.
Salma Hayek también ha alzado la voz en este tema , donde confesó a la revista Allure que la enfurece, pero que ha sabido torcerle la mano a Hollywood:
Cuando llegé a Hollywood a los 25 años, me dijeron que a los 35 terminaría mi carrera, pero ahora todavía sigo vigente, y me siguen ofreciendo buenos papeles. Las mujeres han sufrido ese mito de que al llegar a los 50 años es como caer en un precipicio. Muchas lo han creído durante tanto tiempo que se han rendido”.
¿Será que la aparición de Carrie Fisher es el primer paso para demostrar que la vejez no tiene que ser tabú en Hollywood?
Los fanáticos de Star Wars aún agradecen este viaje a la nostalgia, por lo que no sería extraño volver a ver a más actrices que fueron "sepultadas" y cambiar las desiguales condiciones laborales de la industria del cine más grande del mundo.
Ver en YouTubeAgradecemos a Macarena Cifuentes
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